La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Huelva ha condenado a una pena de 3 años y 6 meses de prisión, a M.A.P.R., como autor de un delito de atentado a la autoridad, al considerarse probado que amenazó con un cuchillo a un médico en el centro de salud de Isla Cristina. También tendrá que hacerse cargo de las costas del juicio.
Los servicios jurídicos del Colegio de Médicos han ejercido la acusación en este caso, en representación del médico. Los hechos ocurrieron en torno a las 06:20 horas del día 2 de noviembre de 2025, cuando M.A.P.R. acudió al centro de salud de guardia de Isla Cristina, que se encontraba en aquellos momentos casi vacío. El paciente aseguró que le habían robado su medicación ansiolítica y exigió al médico que se los suministrara nuevamente.
Ante la negativa del facultativo, que comprobó que la medicación había sido retirada dos días antes, el ya condenado sacó un cuchillo de mango rojo de su mochila y se dirigió hacia él blandiendo hasta en dos ocasiones. La escena tuvo lugar fuera de la consulta, entre la zona de urgencias y la sala de espera, por lo que el médico tuvo espacio para maniobrar ante la actitud agresiva del paciente y la amenaza del cuchillo y mantener la distancia de seguridad. El individuo gritaba que «no llamase a la Guardia Civil y que le iba a esperar fuera cuando terminara su turno de trabajo».
El celador del centro, presente en la escena, explicó que “vio que la situación era peligrosa” por lo que se apartó para llamar disimuladamente a la Guardia Civil, que se personó en pocos minutos. Los efectivos de la Benemérita encontraron el arma blanca en la mochila de M.A.P.R., al que detuvieron, ingresando en prisión preventiva por orden judicial.
La sentencia considera probado que el acusado exhibió el arma blanca y profirió amenazas contra el facultativo. La jueza ha valorado además el agravante de multirreincidencia del acusado, dado que había protagonizado el mismo delito de atentado a la autoridad en tres ocasiones anteriores en las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva, por las que fue condenado en 2018 y 2019. Asimismo, señala el riesgo de reincidencia. Por el contrario, no se considera demostrada alteración de las facultades mentales ni consumo que permita aplicar eximente o atenuante por trastorno mental o adicción. Como consecuencia, el condenado continuará en prisión.
La Fiscalía solicitó una pena de 5 años y 6 meses de prisión, al igual que la acusación particular ejercida por el Colegio de Médicos, mientras que la defensa pidió la libre absolución del acusado.
La jueza ha considerado que el relato del acusado «no ha resultado en modo alguno convincente» mientras que el del médico era «persistente, contundente y sin fisuras» y en línea con los expresados por el celador y agente de la Guardia Civil.
En su defensa el ya condenado argumentó que entró en el centro médico para pedir su medicación, que «tenía ansiedad y no había dormido» y que el médico se negó a dársela diciéndole que le «pinchaba en el culete, y que le faltaban unos días para que le tocara nuevamente la medicación», pero que él «no quería pincharse porque era un valium y podía afectarle en su trabajo». Que sacó el cuchillo al igual que otras cosas de la mochila para mostrar el bote vacío de medicamentos, pero en ningún momento amenazó a nadie. El médico explicó que comprobó en el sistema la retirada de la medicación dos días antes y que el paciente había acudido en dos ocasiones a consulta a pedir de nuevo la medicación, relacionada con el tratamiento de ansiedad y trastorno de actitud y personalidad. El celador ratificó las amenazas verbales y con el cuchillo y explicó que tuvo que llamar a la Guardia Civil desde su móvil en lugar de hacerlo desde el teléfono del centro “para que esta persona no se diera cuenta” ante la gravedad de la situación.
Uno de los efectivos de la Benemérita se encargó de alejar al acusado del médico y comprobar la existencia del cuchillo, que éste había vuelto a guardar en su mochila.