
Por un delito de «atentado a personal sanitario» tras agredirla verbalmente e intentarlo físicamente. Al autor material del puñetazo se le ha impuesto una pena de 6 meses de internamiento médico tras haberse constatado su deterioro congnitivo.
El juzgado de lo Penal Nº1 de Huelva ha condenado a una mujer, G.L.P, a ocho meses de prisión por “atentado a personal sanitario” sobre una médico durante una atención domiciliaria en Isla Cristina, al agredirla verbalmente e intentarlo físicamente. La facultativa recibió además un puñetazo en la cara, cuyo autor ha sido condenado a internamiento médico. El Colegio de Médicos ha ejercido a través de sus servicios jurídicos la acusación particular en nombre de la facultativa y colegiada.
A la condenada se la considera “autora penalmente responsable de un delito de atentado a personal sanitario, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal” y a la pena de 8 meses de prisión se le suma la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. No obstante, el juez ha acordado la suspensión de la la pena condicionada a que durante 2 años no vuelva a delinquir.
Además, al varón que golpeó a la médica, acusado de sendos delitos de atentado a la autoridad y lesiones, se le ha impuesto su internamiento para tratamiento médico durante seis meses, tras haberse constatado su deterioro cognitivo. Se da la circunstancia de que la condenada es cuidadora de esta persona y del enfermo al que se acudió a atender .
Los hechos ocurrieron sobre las 11:15 horas del día 22 de junio de 2025, en el interior de la vivienda de la localidad isleña, a la que la facultativa acudió a una atención domiciliaria de urgencia al haberse caído de la cama el paciente. Según el relato de los hechos probados, se inició una discusión entre una familiar del enfermo, G.L.P, y la facultativa, por las discrepancias que albergaba sobre la intervención médica llevada a cabo.
La mujer, que ha sido finalmente condenada, insultó a la médica y se abalanzó sobre ella, “con ánimo de menoscabar la integridad física” cuando ésta salía por el portal de la vivienda, siendo interceptada por un técnico de ambulancia.
En ese momento una segunda persona del entorno familiar propinó un fuerte puñetazo en la mejilla derecha a la médica, causándole un traumatismo contuso en la cara. Se ha determinado que el agresor padecía un deterioro congnitivo que afectaba, de manera muy importante, a sus capacidades intelectuales y a su voluntad.