Los médicos, al igual que el resto de la población, sufren enfermedades que han de ser diagnosticadas y tratadas. Se estima que entre un 10 y un 12% de los médicos en ejercicio pueden sufrir a lo largo de su vida profesional un trastorno mental o una adicción al alcohol o a otras drogas.

Muchos médicos enfermos no son conscientes de sus problemas y se resisten a recibir apoyo o ayuda. Otros, conscientes del problema, hacen grandes esfuerzos para limitar sus deficiencias. En ambas situaciones, si el médico sigue ejerciendo sin la atención profesional especializada adecuada, acabarán surgiendo serios contratiempos para el correcto desarrollo de su actividad su profesional. Incurriendo en errores y negligencias con relativa facilidad.
Además, las repercusiones de estas enfermedades también inciden muy negativamente en el ambiente familiar, en las relaciones con sus colegas y con el entorno laboral.

Siendo un programa Colegial, de médicos para médicos, el PAIME está pensado para superar las barreras que les impiden verse como pacientes. No se limita a una asistenta médica especializada, sino que también incorpora los aspectos sociales y legales que pudieran derivarse. Garantizar al medico la confidencialidad del tratamiento, la confianza y complicidad en afrontar el problema, así como la búsqueda de soluciones, es garantía para que el médico enfermo tome conciencia de su problema, decida pedir ayuda y acceda al programa.
Además con el PAIME se cumple con el Código Deontológico, donde en su capitulo IV, artículo 22, se refiere a la obligación de asegurar la calidad de la atención médica.

Este tipo de programas, habituales en Estados Unidos, Canadá y Oceanía han puesto de manifiesto que obtienen mejores resultados que los destinados a la población general, hay más adherencia a los tratamientos y un porcentaje más alto de rehabilitación. La experiencia de los colegios de médicos con este programa (desde hace unos catorce años) demuestra que una intervención a tiempo puede facilitar que el médico siga ejerciendo mientras recibe tratamiento. Con ello conseguimos como objetivos principales del programa que el médico enfermo reciba la atención especializada adecuada y garantizar a la sociedad que el colectivo médico realiza su actividad en unas condiciones óptimas.