La enfermedad inflamatoria intestinal es
una patología que engloba tres entidades como son la enfermedad de Crohn, la
colitis ulcerosa y la colitis indeterminada.
Estas enfermedades aparecen en personas
con predisposición genética en las que por efecto de factores ambientales que
modifican la microbiota intestinal se desencadena una respuesta inflamatoria
que afecta al tubo digestivo, fundamentalmente al colon y al intestino delgado.
Su etiología actualmente no es bien conocida. Son enfermedades crónicas para
las que actualmente no existe tratamiento curativo. Los objetivos terapéuticos
se basan en conseguir que los pacientes no tengan síntomas y si es posible
cicatrizar todas las lesiones inflamatorias que aparecen a nivel intestinal o
incluso en cualquier otro tramo del tubo digestivo como puede ocurrir en la
enfermedad de Crohn. En ocasiones estas patologías pueden conllevar la
aparición de procesos inflamatorios en otros órganos provocando lo que se
conoce como manifestaciones extra intestinales, siendo las más frecuentes las
articulares, dermatológicas u oculares.
Los tratamientos para intentar lograr la
resolución de las lesiones de estas enfermedades van desde moléculas
antiinflamatorias que actúan a nivel de la mucosa intestinal como es la
mesalazina hasta tratamientos inmunosupresores que bloquean moléculas claves en
la cascada inflamatoria y por lo tanto controlan el proceso inflamatorio
exacerbado y crónico permitiendo la resolución de las lesiones. Los tratamientos
más eficaces que se utilizan actualmente son los llamados tratamiento
biológicos. Estos son anticuerpos que se introducen en el organismo y bloquean
de forma específica interleucinas relacionadas con el proceso inflamatorio como
son antiTNF o IL12-IL23 aunque también existen anticuerpos que impiden el paso
de los linfocitos desde el torrente sanguíneo hasta las células que componen la
pared intestinal como son las anti integrinas α4β7.
La dificultad para manejar la enfermedad
inflamatoria intestinal radica en que el comportamiento y la evolución de la
patología son diferentes en cada paciente alternándose períodos de remisión con
períodos de actividad en muchas ocasiones a pesar de estar con tratamiento
específico. Además, los tratamientos de los que disponemos actualmente no
logran superar un 50% de remisión completa de los síntomas y/o cicatrización de
las lesiones en pacientes que han tenido brotes moderados o severos. Todo esto
implica la necesidad de disponer del mayor conocimiento posible para poder
resolver situaciones de alta complejidad o difícil manejo con el fin de
alcanzar los objetivos terapéuticos en nuestros pacientes.
Poder disponer de un libro en el que se
recojan casos clínicos de enfermedad inflamatoria intestinal interesantes por
su complejidad, manifestaciones peculiares, manejos terapéuticos, complicaciones
excepcionales, etc.., aporta conocimientos para resolver situaciones muy
complejas que todos podemos encontrarnos en nuestra práctica clínica.
Gracias al Colegio de Médico de Huelva se
ha podido elaborar este libro de casos clínicos en el que se han expuesto casos
de las distintas provincias de Andalucía, Extremadura y Canarias. En total se
recogen 48 casos clínicos de gran interés científico por sus particularidades
en el diagnóstico de la enfermedad, por la presencia y manejo de enfermedades
asociadas, manejo terapéutico de situaciones complejas a veces muy inusuales,
manejo de efectos adversos a tratamientos habituales, diagnóstico y tratamiento
de procesos infecciosos, trastornos hematológicos y manifestaciones de la
enfermedad en edad pediátrica.