Por parte de ATA asistieron su
secretario general, José Luis Perea, y la vicepresidenta ejecutiva Celia
Ferrero, que expusieron los objetivos y principales logros de su
entidad en el campo de los trabajadores autónomos y las posibilidades
que esta brindaría al colectivo de médicos en caso de integrarse en la
misma, dada su condición de asociación mayoritaria del colectivo de
autónomos a nivel nacional.
Recalcaron que el colectivo de
autónomos es un consumidor muy importante de seguros de salud privados,
obligados por su especial actividad laboral, donde la rapidez y la
eficacia en la atención y resolución de problemas de salud son
primordiales para que sus negocios no se resientan, lo que
frecuentemente no consiguen en la sanidad pública debido a las grandes
listas de espera.
En este campo, los representantes de
ejercicio médico privado podrían asesorar sobre las compañías que mejor
prestación de servicios pueden hacer a un colectivo de varios millones
de autónomos en un mercado de seguros privados tan variado y complejo,
en el que es muy importante acertar en una buena relación
calidad/precio.
En representación de ASPE asistió su
secretario general Carlos Rus que puso de manifiesto que aunque
hospitales y médicos de ejercicio privado tienen importantes diferencias
en cuanto a intereses, están obligados a entenderse para alcanzar
objetivos comunes, creando sinergias y buscando alianzas que mejoren
las condiciones de trabajo y económicas que afectan tanto a los
centros como a los médicos que trabajan en la red de hospitales y
clínicas privadas.
Destacó la presión que sufren médicos y
hospitales por parte de las compañías aseguradoras, que tienen
congelados los baremos profesionales desde hace más de 20 años,
utilizando un Nomenclátor anticuado y no unificado, lo que está
poniendo en riesgo la sostenibilidad del sistema, provocando tensiones y
una innecesaria rivalidad entre hospitales, clínicas privadas y los
propios profesionales médicos, tanto los que trabajan en ellos como los
que lo hacen de forma autónoma en sus consultas o clínicas particulares.
Debido a la oferta de pólizas a la
baja por la guerra de precios que las aseguradoras realizan para captar
clientes y la necesidad que estas tienen de tener una cuenta de
resultados positiva, están creando una burbuja en el sector y se está
trasladando el riesgo a las clínicas privadas y a los profesionales, con
precios cerrados por proceso sin tener en cuenta la dificultad ni las
posibles complicaciones. En realidad lo que hacen es eludir su
responsabilidad, que ahora se les exige a los prestadores del servicio.
Hizo también referencia a la sintonía
que ambas entidades, ASPE y OMC, han tenido respecto de la aplicación
del complemento específico en la sanidad pública, apostando por su
supresión.
Encuesta sobre las condiciones del ejercicio privado de la Medicina
Tras la intervención de los
representantes de estas organizaciones se pasó a informar sobre la
finalización de la encuesta sobre las condiciones de competencia en el
ejercicio privado de la medicina en España que la OMC ha realizado en
colaboración con el abogado experto en competencia Jose Carlos Páez.
Tras terminar el trabajo de campo, en la que han colaborado más de
cuatro mil médicos de ejercicio privado, se abre la fase de análisis de
resultados, cuya duración se prevé entre uno y dos meses.
Posteriormente, y una vez extraídas
las principales conclusiones, se hará una propuesta de soluciones por
parte de los expertos, tanto a nivel del mercado nacional como de
posibles actuaciones legislativas a nivel europeo, ya que hay varios
aspectos del mercado sanitario privado español que deben homologarse a
los que rigen en el resto de países europeos.
El objetivo de este colectivo médico
es que la asistencia privada en España respete el modelo liberal
existente en Europa, en el que el paciente tiene libertad de elección de
médico y centro sanitario, sin la imposición de las compañías
aseguradoras de unos cuadros médicos cerrados impensables en el resto de
Europa, que atentan contra la libre competencia y la libre
concurrencia, otorgando a la compañía un poder de influencia en el
mercado que no les corresponde, al ser meros intermediarios de seguro y
no verdaderas empresas sanitarias de prestación de servicios médicos. |