El Servicio Andaluz de Salud (SAS) está poniendo en
funcionamiento una serie de protocolos y líneas estratégicas en el Plan Andaluz
de Urgencias Sanitarias sin haber contado con la opinión de la organización
medico colegial en Andalucía, como ya ha ocurrido en otras cuestiones como los
protocolos de Atención Compartida. Esta situación ha generado una serie de
problemas graves para la asistencia de las urgencias y emergencias en
Andalucía.
Entre los principales problemas
que ha generado y que preocupan a la profesión médica, se encuentran:
El
establecimiento de una red de coordinación centralizada para toda Andalucía, en
lugar de una red de coordinación en cada provincia, disminuyéndose el número de
operadores, lo que está generando un atraso en la asignación de recursos y
demora asistencial de las urgencias.
La
puesta en marcha de un sistema en el que se envía un equipo denominado “equipo
avanzado de coordinación” con un profesional enfermero que posteriormente
comunica telefónicamente con un médico, encargado de determinar el plan de
actuación. Consideramos que la falta de esta primera asistencia médica
presencial constituye una pérdida de calidad asistencial.
Se
ha protocolizado que cuando existan demandas asistenciales de tipo 2,
clasificadas así por ser menos graves, se activen los dispositivos del 061 en
las provincias en las que existen. Esto supone que al ocupar estos dispositivos
disminuyen e impiden que actúen cuando se activan demandas de tipo 1, que son
las clasificadas como muy graves.
Se
han limitado los códigos diagnósticos del Centro Internacional de Enfermedades
(CIE) lo que conlleva que los médicos no puedan recoger con la precisión debida
la patología que atienden, lo que supone una pérdida de calidad y un riesgo
innecesario.
Han
eliminado en algunos planes la función esencial del médico coordinador, lo que
produce una saturación de los equipos asistenciales por levantarse falsas
emergencias, generando, a su vez, una falta de disponibilidad de dispositivos
para las verdaderas emergencias.
Todo esto tiene un
denominador común que es la falta de consideración a los médicos y a sus órganos
de ordenación de la profesión, así como la mala previsión y estructuración de
los recursos humanos, para atender a otros fines, perjudicando la asistencia
sanitaria en lugar de mantenerla y mejorarla.
Estas reivindicaciones se
presentarán formalmente ante la Consejería del Salud, el Servicio Andaluz de
Salud y el Defensor del Pueblo Andaluz, por afectar una materia tan esencial
como es la eficacia de las emergencias y urgencias sanitarias.
El Consejo Andaluz de Colegios de
Médicos se pone nuevamente a disposición del SAS para trabajar en la
implementación de medidas que preserven las garantías de atención médica y sirvan
para garantizar una asistencia de calidad para los pacientes que somos todos.
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